Un penal fallado a lo panenca...

El último libro de Juan Villoro

Erwin Ricardo Cuevas

Quién puede cuestionar la carrera de un escritor prolífico mexicano, y más aún un escritor que acerca a los lectores a algo tan popular como el futbol en la historia de la literatura mexicana, aunque bueno, es muy pronto para pensar que este libro forme parte de esa exclusiva etiqueta.

Sin embargo; quiero intentar explicar que el libro es estupendo, pero deja mucho que desear para un público experto y verdaderamente amante del futbol. Y ese punto nos ocupara la reseña de esta semana.

El relato tiene como centro la perspectiva de dos hombres apasionados por el futbol y que lamentablemente lo viven tan a diario que no es el centro ni el principal interés dentro de sus vidas a pesar de que se dediquen a ello.

La pasión profunda por este deporte no es la naturaleza de estos hombres, sino que en sus vidas son más importantes las jugadas de la cancha gracias a algún recuerdo; alguna secta cómica maldita sobre fanáticos al deporte en contra de un equipo, una distancia emocional del padre con sus hijos, una rencilla de amor pasada, lesiones, reflexiones sobre el carácter exagerado y pomposo de los jugadores, convivencias presentes que apuntan al desgaste emocional de los personajes.

Hay que reconocer que, aunque no tenga esos detalles que marcan la diferencia para sentir totalmente el mundo del futbol tan a flor de piel la historia cumple cabal con su objetivo de ser entretenida; los personajes y la narrativa fluyen con naturalidad, se sienten los escenarios dónde fluyen las circunstancias narrativas con gran realidad.

Un libro fácil y cómodo de leer, con su pequeño formato y sus casi cien páginas ha sido todo un éxito en librerías, así que no me puedo comprometer a decir que haya ejemplares disponibles en cualquier librería. Y es por ello que quedará en ustedes, decidir sí les gustaría hacer de esta, una lectura próxima.

DBG.

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