Amandititita no es Amandititita…

Es Amanda o Trece Latas de Atún

Erwin Ricardo Cuevas

Es sumamente complicado reseñar un libro contemporáneo. Pudiera parecer que si se da una crítica negativa hacia al libro existe cierto dejo de desdén o, por el contrario, si se dan unas palabras elogiosas pudiesen creer queridos lectores, que tenemos algún interés en hablar bien de determinado libro.

Como ya había prometido hablaré de Trece latas de atún con completa sinceridad desde mi experiencia lectora.

Debo de mencionar que durante las primeras páginas del libro me resultó grata la sorpresa de la buena pluma de Amandititita, pues a pesar de no ser de mi generación musical, había escuchado algunas de sus canciones más representativas. Jamás hubiese pensado que tuviese tanto talento para escribir.

Trece latas de Atún es un libro cuya mayor virtud es la honestidad y la sinceridad en la aparente vida de la cantautora. Este libro es un diario íntimo de recuerdos de la infancia, de la adolescencia y de la vida de un músico que llegó al terreno de las disqueras con la bandera de no tomarse la vida tan en serio. La música le llego en un letrero cerca de la escuela de escritores donde estudiaba literatura a lado de una figura literaria como Fadanelli.

Amanda nos cuenta escenas de su vida que son dignas de una película ácida dónde las drogas, los sentimientos de frustración, revelaciones sobre la vida de su padre y de su madre e incluso la corrupción que impera dentro del mundo de la fama musical la atormentan y la persiguen implacablemente hasta llegar al último instante de la revelación sobre su propia vida, de su tristeza y de todas las angustias que la han estado acompañando en su vida.

Los foros de televisión son los lugares más tristes y decadentes que he visto en mi vida. La gente se deja humillar por un segundo de fama.

Amandititita. Trece latas de atún (p. 72). PLAZA JANÉS. Edición de Kindle.

Este libro sumamente entretenido en principio. Deslumbra por su claridad narrativa y además es de fácil acceso para lectores primerizos, pues su estructura de escenas o capítulos cortos hace más fácil al lector avanzar por la vida y las emociones de la autora.

Este libro nos sitúa en las fronteras de la literatura, pues no sabemos exactamente si es un libro terapéutico, una novela construida en capítulos fragmentados, o simplemente un registro lleno de tensión en la vida de Amanda. Lo que sí es seguro es su excelente pluma.

Tal vez este libro los haga reflexionar en la vida de un autor musical famoso que pudiese no tomarse tan en serio, pues Amanda escribe:

Ahora tengo dos canciones con pista: “Sangoloteo” y “Metrosexual”. No sé para qué carajos me van a servir, pero sé que estoy lejos, muy lejos de la Divina comedia y más cerca de ser comediante.

Amandititita. Trece latas de atún (p. 31). PLAZA JANÉS. Edición de Kindle.

Me gustaría saber si este es un libro más de un artista conocido, cuya biografía sirve más como una reivindicación moral de su propia vida o si Amanda está ingresando por la puerta grande al mundo de las letras. Aunque llega a exceder en la autocompasión, se alcanza a dilucidar el propósito del libro hacia el final de sus páginas. Por el momento los dejo con esta pluma talentosa que espero nos demuestre en la siguiente entrega ese talento para escribir y narrar más allá de asuntos meramente biográficos.

Nota: Lo escrito anteriormente no representa la postura del medio, por lo que el autor es responsable de sus palabras.

DBG.

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